6º día. Recorrido y los mitos de la seguridad en Buenos Aires

Hoy me levanté temprano, lo primero que hice fue poner a cargar el celular, que no tiene señal a pesar que preventivamente averigue todo lo del roaming. Mi vieja se fue temprano a trabajar y yo me quedé ordenando. Quedé con Alberto en hablar al mediodía para ver que hacíamos. Tardé una hora entre ordenar y limpiar todo, para las once estaba listo, pero no valía la pensa salir a recorrer para volver en una hora, así que me puse a escribir el diario de ayer. Quise salir a correr, pero me olvide que no traje los cortos ni nada deportivo. Tipo doce y media como todavía no había podido hablar con Alberto y se había terminado el crédito del teléfono local fui a comprar la tarjeta Orange, que no es una tarjeta pero sirve para cargar crédito en los teléfonos. Volvi al toque con la Orange, pero no pude cargarla al teléfono. No tenía manera de comunicarme. Le mandé un msj por facebook a Alberto, como última opción y además acá los blackberrys son accesibles a casi todos y además vienen con todos los servicios de internet por lo que le llegaba rápido. Para la una y algo, sin tener noticias y opciones, me fui a seguir mi recorrido turístico. Decidí recorrer hoy el otro lado del Sena, por el Barrio Latino.


Mi primer acontecimiento destacable en el día, pasó cuando caminando junto al Louvre, una señora humilde me dice, con señas, si un anillo grandote que parecía de oro era mío porque lo encontró tirado frente mío. Le dje que no, que ahora era de ella, pero me replicó que ella no usaba oro que era evangelista y que me lo quedara, después de un poco de resistencia, lo acepté. Al toque volvio, pidiendome algo de plata para comer y ahí ví como de atrás me hacían unas señas de un flaco para que no lo haga, caí que lo mas probable es que sea una estafa de alguna gitana o algo asi, le dí el anillo y me fuí. No podía creerlo, casi estafado en París, no me roban ni nada en Buenos Aire me viene a pasar en Paris. A la vuelta, cuento ahora para unificar el tema, volviendo a casa, también me pasó algo similar aunque no tan grave. Una muchacha sordomuda, que estaba en un grupo de gente, me pide que firme un papel para ayudarlos, le que sí, sin problema. Pero cuando termine de firmar todo me pidió una donación, habiéndole preguntado yo antes si tenía que poner plata. Quizá no suene tan grave, pero la forma en que me fue llevando fue engañosa. A todo esto sumo, la anécdota que me contó Alberto de que en París soalo en Año Nuevo se quemaron, en actos vandálicos, 1 400 autos. También me contó que acá hay barrios pesados donde no podes entrar así nomás. Lo que me pasó y esto que cuento quizá puedan servir para caer un poco sobre el tema de la seguridad.


Después de sortear con éxito a la vieja estafadora, pasé por el frente del Louvre, qué es lindisimo y me dispuse a pedirle por primera vez en París (me da verguenza) pedirle a alguien que me saque una foto con terrible frente. El resultado, una foto linda pero donde solo estoy yo. Ok, que bien empecé el recorrido.


Crucé el río, la isla y el río otra vez y me adentré en el Barrio Latino. Caminé un poco y llegué al primer museo de los que quería ir hoy, la principal visita era el Panteón, el Museo de la edad Media. Por suerte, sacando chapa de periodista pude entrar gratis. La lógica funciona así, a los lugares principales te hacen descuento y a los museos de segundo nivel entrás gratis. El museo es hiper lindo, la construccion es espectacular, era un convento de monjes medieval. Y por adentro también es bastante grande, son dos plantas enormes con un montón de cosas para ver. Sentís la edad media. De lo que ví y si tienen tiempo lo recomiendo. Fuí después para La Sorbonne y el Partenón que están juntos. En la Sorbonne solo estuve en el frente, no averigue si se puede entrar o que onda. El Panteón se construyo en el siglo XVIII y originalmente fue pensado como Iglesia. Fue un encargo de uno de los Luises para agradecerle a Santa Genoveva curarlo de una enfermedad. Actualmente y desde la revolucion francesa, con una interrupción en el medio, es la cripta donde son dejados los restos de las grandes personalidades de Francia. Arquitectonicamente, esto lo podría decir mejor el paragua que yo, tiene un estilo neoclásico. La cúpula en el medio del Panteón es enorme, de ella cuelga un péndulo de Foucault, que hoy cuanod fui no estaba. En la planta baja estan pintadas como murales en las pared es las historias de Santa Genoveva y de Juana de Arco. Después hay que bajar por una pequeña escalera a la cripta. En la primer sala se encuentran Voltaire y Rousseau, cuando vi a este último me emocioné. Por supuesto que a Jean Jacques le habían dejado una rosa y Voltaire estaba solo. Me olvidé de llevar alguna florcita para dejar. Después la cripta sigue, pero no es muy grande. En total debe haber 50 personas. Destacables, por lo menos para mí, Emile Zola, Victor Hugo, Alejandro Dumas y, por supuesto, Jean Jaures. Lamente que no se encontrará Marat, como pensaba. De hecho, no me sorprendió tanto a esta altura. Cuando llegué a París una de las cosas que más me llamó la atención es que la cultura está mucho más corrida a la derecha de lo que pensaba. Las calles son todas de ne obles, la ostentación es importante, hasta los volantes de los museos son pro monárquicos. En cambio, todo progresismo brilla por su ausencia, la revolucióun francesa está practicamente dejada de lado. Pareciera que quisieran volver antes de 1789.


Vuelvo y termino con el Pantéon, me olvidé de contar que, siguiendo la regla como Museo principal, no pude entrar gratis pero si con descuento. La visita no dura, mas de una hora hora y media con toda la furia. Salí y me quise fijar en el mapa que quedaba cerca e interesante para ir, ahí me di cuenta que en algún momento se me había caido Tuve que sacar la guía y llevarla en la mano.


Me dirijí al Museo de Ciencias Naturales. Como Museo de 2º nivel, me dejaron pasar gratis. El museo es grande y estaba lleno de chicos, pero por lo que ofrece casi que no vale la pena. No tiene nada de extraordinario, yo esperaba dinosaurios pero no había ninguno. Lo unico más o menos llamativo era el esqueleto de una ballena. No estuve mucho en el museo, aproveche para caminar por Jardin des plantes, que está pegado, y que es muy lindo. Decidí ir al Instituto del Mundo Árabe, junto a unas facultades. Lamentablemente o mala suerte la mía, estaba cerrado los lunes. Me quedaba tiempo todavía, podia llegar a ir a algún lado más si me apuraba, pero en el Barrio Latino ya había recorrido casi todo. Volví a cruzar el Sena y me mandé para el Museo Picasso, quedaba relativamente cerca. Caminé un ratito, me crucé con una librería que tenía un montón de libros muy lindos baratos. Aproveché y compré uno. Seguí y llegué al museo. Continuando con mi mala suerte del día, el museo cerró hace un mes hasta dentro de dos años. Las mejores intenciones de mi parte Pablo, pero..


Volví a casa, estaba agotadisimo y no había comido nada en el día. El Pompidou quedaba de camino por lo que fuí por ahí. Lo vi superficialmente, es decir por afuera. Llama la atención y me pareció lindo, no me resultó excéntrico, sino hasta parisino. Acá me pasó lo de la chica sordomuda. Después continué mi camino y acá estoy.


Comentarios

  1. Duende, me paso lo mismo de la "sordomuda" en Barcelona. Vinieron de a 2 y me mostraron un folleto sobre un instituto o algo así.. y cuando me estaba por ir me muestran la hoja de "donaciones".. donde todos (como 20 personas) misteriosamente donaban de 50 a 100 euros pero lo mas llamativo es que todos escribían con la misma letra.. Cuando me cayo la ficha le puse mi mejor cara de orto y me fui.. Y apenas me di vuelta me empezaron a putear entre las 2... Acá eso no pasa, no estamos tan mal (?)...

    Que sigas bien y seguí escribiendo, que necesito excusas para no estudiar.. Un abrazo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario