Siete años después, decidí reflotar este viejo blog de las profundidades de la memoria de Internet. ¿Por qué? Porque quisiera guardar testimonio de un interesante viaje que voy hacer al, casi, confín del mundo: Rusia, algo del Caúscaso, y un poquito del Báltico. En este raid de tres y media semanas voy a atravesar distintas sociedades, bastante distinta a la argentina, y de la cual desconozco casi todo.
Casualmente, a principio de año, comencé a leer IMPERIO del afamado (inmerecido en mi opinión) periodista Kapucinski. En este libro recopila crónicas de su viaje en el interior de la URSS. Su tono anticomunista de panfleto lo lleva al punto de hacer insportable el libro; lo terminé dejando olvidado a los pocos capítulos, una excepción en mi (TOC le dicen). Más allá del anticomunismo cada tres palabras, relata Kapucinski algunas curiosidades de los pueblos caucásicos. Así que, haciendo de tripa y corazón, lo buscaré y releeré sus partes más interesantes omitiendo el yelts(c)inismo del muchacho. Dicho sea de paso, circula una entrevista de un colaborador estrecho del periodista poláco, creo que se publicó en EL PAÍS, donde lo destroza: cuenta las falsedades que escribe Kapucinski, su desprecio por la verdad y su oportunismo inescrupuloso.
Volviendo al viaje. Este lo hago en el marco del centenario de la revolución rusa y del 19° Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Este encuentro reúne, al parecer, a más de 20 mil jóvenes de todo el mundo y se hace en SOCHI (Sí, creo que fue donde se hicieron los juegos olímpicos de Invierno hace poco), en la costa del Mar Negro y cercano a la ¿República? de Abjasia. Este encuentro de por sí tiene mucho interés. Veremos cuánto podré capitalizar de las diversas culturas políticas de izquierda que van a participar. Algunos datos curiosos y excéntricos que figuran en su página (http://russia2017.com/es/) son los siguientes: el presidente de Moldavia participó en la conformación de la delegación para el festival; el Lada Vesta es el vehículo oficial del festival; Emma Watson, Hermione de Harry Potter, va a participar.
Viendo un poco todo lo que rodea al festival no dejo de tener la sensación que cierto espíritu de la URSS, pero en el siglo XXI, envuelve al encuentro. La paloma por la paz como logo, pero rodeada de colores brillantes bien actuales, propaganda rusa, noticias grandilocuentes ligadas al festival, son algunos ejemplos de esta sensación. Veremos que nos espera. Por ahora tengo el tedio de la inscripción previa y de la organización del viaje que no logra concentrarme. Estoy bastante tonto para hacer todo esto, esperemos que para el blog no.
II
Otro objetivo que tiene volver a escribir en este blog es ejercitar la escritura. Sentarme a escribir es algo que me genera bastantes rodeos, lo esquivo básicamente. Esta excusa de la crónica del viaje, sin la presión de ser un texto que necesite rigurosidad teórico o un estilo de calidad, me relaja para lograrlo. Espero hacerlo y hacerlo mejor que hace 7 años.
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