El primer día del festival: entre la nostalgia y el siglo XXI, pero siempre el Estado


Hoy el festival ya está explotado de gente. En nuestro complejo vemos banderas de los comunistas del Donesk (Ucrania del Este), Haití y una gran presencia cubana. Ya llegó prácticamente toda la delegación de nuestro partido. El itinerario del primer día formal del festival cambió así que encaramos directamente al centro de convenciones para la feria de las naciones y escuchar las conferencias. 
Toda la despolitización que vivimos hasta hoy, toda la intención de tapar el contenido comunista, falló una vez que entré al área correcta de la feria. La feria de las naciones es un lugar magnífico donde una buena cantidad de partidos de todo el mundo presentaban sus materiales. Ya en el micro había charlado con compañeros de Namibia y del Socialist Worker Party de Estados Unidos, fundado por James Cannon.
La primera conferencia donde participé, como oyente, era la titulada "La gran revolución de Octubre". Consistía en un panel con jóvenes oradores de varios países. Todas las intervenciones trataron en mayor o menor medida en una defensa de lo que fue la Unión Soviética y prácticamente también como una reivindicación de la URSS como un programa actual. Se hizo mucho hincapié en el rol soviético en la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto que el denominador común era la lucha contra el capitalismo.
Es un poco chocante, no sé si para bien o para mal, que la juventud comunista rusa se sigue llamando de Komsomol. En si, en Rusia, el reciente pasado de la URSS y comunismo son cosas muy parecidas; algo que por cierto es cada vez menos asociado por la izquierda de nuestro país. Pero en este pensamiento general también se cruza un sentido de justicial social y, a veces, un apoyo a Putin.
Charlando con un ruso en el micro que trabaja en los medios que venía a esta conferencia, me defendió a Putin. Cuando le pregunté si era democrático me dijo que mucho y que eran los medios de comunicación los que distorsionaban esto. Ya vengo charlando con varios rusos  que me dicen más o menos lo mismo.
(...)
Retomo escribir esto ya terminada la primera jornada. La sensación compartida con los compañeros es de sobre-estimulación, abrumamiento. O como dijo una compañera "sentirse un nene de jardín con add". Por qué? Porque estamos en Rusia, hablando distintas lenguas, en un centro de convenciones mundial, con 30 mil personas de todo el mundo, sobre todo con muchas culturas de la Rusia profunda (que cuando los ves vestidos te sentis en el bar de la película Star wars cuando veías seres de todo tipo, o como el quinto elemento), con muestras de súper-tecnologías de vanguardia o cosas igual de interesante, más una oferta inabarcable pero en el medio de un supuesto encuentro ligado al comunismo que de eso le queda poco. Lo relacionado con la izquierda es una feria de partidos ultracomunistas de varias partes del mundo pero más bien pobre, sobre todo comparándolo con el resto, con malas conferencias. El festival es básicamente todo lo demás que conté. Megarecitales, Putin hablando, fuegos artificiales, etc. Es decir la situación nos llevó a tener que procesar todo esto en un país enorme, en un evento gigantasteco, hablando otro idioma, con el jet lag pegando todavía, cuando esperábamos un interesante encuentro militante. Difícil de asimilar rápido. 
Lo que queda para reflexionar es: por qué el Estado decidió intervenir y absorber de esta forma el festival pero no terminar de correr a los comunistas, cuál es la intención del festival, eso como preguntas. Después llama la atención la variedad etnica de Rusia y satélites en una constante tensión, donde pareciera que en cualquier momento explota. Pareciera que Rusia es Moscú, San Petesburgo y alrededores, nada más.
Por otro lado, entendiendo esto es posible empezar a comprender el desarrollo del Estado ruso que frente a una extensión brutal necesita centralizarse más brutalmente así como intervenir fuertemente para cohesionar. La presencia del Estado hoy se notó mucho y de su burocracia y 20 mil controles para todo. Nos dijeron que había amenazas terroristas también.

"Si bien es verdad que la reforma de 1961 abría a Rusia los caminos para el desarrollo capitalista, no le permitió caminar por ellos sin trabas. No existía la igualdad civil. Un régimen severo de burocracia y de policía entorpecía toda iniciativa. Subsistían dentro del Estado los cuerpos privilegiados; la burguesía, a la vuelta que se mantuvo alejada del poder, veía constantemente sus intereses-que llamaba con toda sinceridad intereses del progreso- postergados por el espíritu reaccionario o sacrificados a los intereses de la corte, de la nobleza y de los grandes propietarios rurales" Victor Serge en El año I de la revolución rusa





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